Sin embargo, hoy el servicio se reanudó de forma misteriosa e inesperada, todo gracias a un inusual acuerdo de RIM con el Gobierno de Arabia Saudita, el cual pacta la construcción de un servidor de datos para BlackBerry al interior de dicho país, lo que le permitiría al gobierno monitorear y vigilar los mensajes de los usuarios, logrando disipar así los temores de que el servicio pueda ser usado con fines delictivos y terroristas.
¿Hasta dónde llega la línea que delimita la libertad de cada persona con la misión del Estado para proteger a cada habitante? Mejor preguntárselo a los ahora vigilados 700 mil usuarios de Arabia Saudita, que no estaban nada de contentos con la medida. O a Michael Lazaridis, co-CEO de RIM, quien declaró que todo en Internet está encriptado, por lo que mejor deberían cortar Internet.
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