Sun Danyong, de 25 años, trabajaba en una firma de Taiwán, y era responsable de enviar los prototipos de iPhone a Apple. Pero un descuido cambió toda su vida, hasta el punto de resolver terminar con ella.
Todo empezó el 13 de julio, cuando confesó que había perdido una de las 16 unidades de iPhone de cuarta generación en su poder. En ese momento todo cambió de golpe.
Algunos amigos del joven que acababa de graduarse de la escuela de Ingenería, aseguraron en diferentes foros de internet que Sun Danyong fue interrogado por varios miembros de la empresa. Además, guardias de seguridad allanaron su apartamento, lo detuvieron y lo golpearon, añadieron.
El 16 de julio por la madrugada, Sun se lanzó desde el piso 12 de su edificio.
Danyong era empleado de Foxconn Technology Group, una firma de Taiwán que fabrica productos Apple en Shenzhen, cerca de Hong Kong.
Apple y Foxconn confirmaron las versiones sobre el suicidio de Sun, pero no entraron en detalles, que sí fueron divulgados por el diario estatal Southern Metropolis Daily, uno de los de mayor venta en la región.
Los empleados que trabajan con los nuevos productos de Apple se encuentran bajo una fuerte presión para mantener en secreto los artefactos, que generalmente se lanzan en medio de gran suspenso y campañas propagandísticas.
Apple es un blanco permanente de periodistas, clientes y competidores que tratan de conocer sus productos más recientes.
Jill Tan, vocera de Apple en Hong Kong, emitió un comunicado breve sobre el incidente.
"Nos entristece la pérdida trágica de este joven empleado y aguardamos los resultados de las investigaciones de su muerte", dijo Tan. "Exigimos a nuestros proveedores que traten a todos los empleados con dignidad y respeto".
1 comentario:
tenían que ser los mongoles de foxconn, buena decisión.
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