Las acciones de Nokia, el mayor fabricante de teléfonos móviles del mundo, subieron a un máximo de cuatro meses por el comienzo de los despachos de un modelo de gama alta que se había retrasado y expectativas de que anuncie un cambio de estrategia esta semana.
El reporte de una revista dijo que es probable que Nokia despida a varios miembros de su comité ejecutivo, en una reestructuración, lo que generó expectativas de que el presidente ejecutivo, Stephen Elop, anuncie una remodelación de una compañía cuyo desempeño ha estado por debajo del de sus rivales.
"No es sólo la expectativa de cambios en la junta ejecutiva, si no también de las líneas estratégicas generales y de nuevas cosas", dijo Hannu Rauhala analista del grupo bancario Pohjola.
"La actual estrategia no ha dado los resultados esperados. Una nueva estrategia le daría una nueva oportunidad", añadió.
Las acciones de Nokia subieron un 2,77% a 8,38 euros las 16:12 GMT, tras haber subido en la sesión hasta 8,42 euros, su nivel más alto desde octubre.
Nokia dijo que había comenzado las entregas de su postergado modelo de alta gama E7, un producto clave para la empresa finlandesa, que busca recuperar el terreno que ha perdido frente a Apple; y Google; en el mercado de teléfonos inteligentes.
Un débil oferta de teléfonos inteligentes y problemas de software fueron considerados como los motivos principales por los que Nokia sustituyó a su presidente ejecutivo, Olli-Pekka Kallasvuo, por Elop en septiembre pasado.
Se espera que el E7 sea el principal generador de ventas en el 2011, según un alto funcionario de la compañía citado en diario finlandés Kauppalehti.
"El E7 es por lejos el modelo más importante para nosotros este año al observar las expectativas de ventas", dijo Ukko Lappalainen, un alto ejecutivo de Nokia.
Nokia había pospuesto el despliegue del E7 en diciembre "para asegurar la mejor experiencia al usuario".
El E7 es similar al de Nokia N8, pero tiene un teclado desplegable completo. El lanzamiento del N8 también se había retrasado e incluso después Nokia admitió que algunos de los teléfonos tenían problemas de energía.